sábado, 6 de febrero de 2010

El olor del caos.

Ya despertar sin querer hacerlo anuncia de que manera se van a precipitar las próximas horas del día. Levantarse con ese sabor amargo, no solo de saber que algo no funciona bien, sino que sentís el olor del caos próximo a tu puerta. Sentirme sucia, pesada, humillada.
Y te fuiste, así nomás, sin despedirte, sin un abrazo, sin un hasta luego, me hubiera gustado poder entregarte lo que estaba armando para vos, me hubiera gustado llorar junto a vos. Es dificil cerrar sino las cosas. Jericaya, que vida escandalosa, algún día escribiré tu historia. Lo mereces.

Te voy a extrañar con el alma. O lo que queda de ella.

Gracias por estos meses.

Te amo.

No hay comentarios: