Lamento haber abierto ese umbral. Haberlos conocido, a las loquitas hermosas esas, las locas del teléfono, esos seres que me representan tan bien. A esa Mexicanita divina, que sufre igual que yo, que está acostumbrada a estar lejos aunque esté dentro de su ciudad natal. Culito inquieto, una locura que podamos encontrar hermanas desparramadas alrededor del mundo, que viven allá, y acá, y por esas "causalidades" de la vida nos las choquemos. A esos bichitos y animalitos encerrados por la casita de Blas Parera, los verdaderos locos de la azotea, los únicos que se atreven a hacer lo que todos queremos importandoles realmente un comino lo que piensa el otro. La única manera de ser feliz. Al Eter marplatense, ese que me acompaña desde que llegué hace siete meses, todas las mañanas, sábados y domingos.
Lamento haberte conocido a vos, el que no esperaba, el que no quería que llegara, el que no quería que se acercara. Recuerdo el primer acercamiento, corté el teléfono, y rogué que esa fuera la última vez que hablara de esa manera con vos. Corté el teléfono y te busqué, busqué, no quería encontrarte, pero te buscaba. Y lo peor es que me buscabas, y yo con aires de grandeza me escapaba. Hasta que la increible necesidad de buscar un poco de amor me insitó a probarte un poquito. Pero no fue una degustación rápida, vos sí que sabés transformarte en un manjar. Era la venganza, eras vos y tu cuerpo, fugitivo para siempre. Conocimos la luna, el mar, pasajes, escapadas. Vos tocabas y yo vibraba. Hasta que vos, desnudo frente a mi, te hiciste piedra, te carnalizaste, te convertiste en hombre. Y yo, me transformé en una niña, chiquita, chiquita, más te conocía, más miedo sentía. Y nunca te dije nada, ni de que soñaba más de lo corriente con vos, ni que temblaba al tocarte, ni te respondía porque latía el "bobo" tan rápido, o que me hubiera gustado que me abrazaras más cuando dormiamos, o los besos al despedirnos o el dolor inmenso cuando sentí que lo que formabamos no era más que pura soledad.
Y si me voy, tengo que decirtelo, pero para que? de que sirve si estando lejos uno no puede cambiar nada? Para volverme con el sabor amargo de no ser correspondida una vez más? Para que me seques las lagrimas por lastima?
Pero... pero...
"La síntesis no pasa de ser una ilusión, es así,
con perdón, como una invalidez del lenguaje,
No es querer decir amor y que la lengua no llegue,
es tener lengua y no llegar al amor"
barata pero de calidad
Hace 12 años
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